15.5.05

Diario Granada Hoy: 14 mayo 2005

MOTIVOS PARA VISITAR FUENTENUEVA ( I )

JOSÉ POZO

Cuando se acerca el último partido de la temporada, el balonmano de elite se despide de Granada por unos meses durante los que no se podrá disfrutar, por ejemplo, del juego de Pepe Pozo.

José Pozo no es solo la pesadilla de los rivales que visitan Fuentenueva. José se empeña en hacer la vida imposible a los fotógrafos de prensa. Intentan captar su imagen, pero nunca son capaces de capturarlo, la foto siempre sale difuminada, movida.

Hay artistas que trascienden de su especifidad y llegan a un público más amplio. Ocurre con pintores, toreros, cantantes. Y hay quien se ha aficionado a un deporte por un atleta en concreto. No se exagera al decir que Pepe Pozo es uno de esos deportistas.

Porque Pepe realiza literatura, sin saberlo, sobre la cancha. Porque cultiva multitud de géneros, y los mezcla en un solo segundo, como cuando disecciona la circulación del ataque rival para convertirlo en un contraataque. Porque escribe una fábula futurista, cuando desde la defensa pasa de ser una ardilla agazapada a capturar el balón para convertirse en la "Locomotora Pozo".

Pero los genios también tienen defectos. Y además de imposibilitar su labor a los fotógrafos, se ha empeñado en destrozar el parqué de Fuentenueva. Y no es por actos vandálicos, no. Es que sus roscas imposibles desde ángulos descartados por los porteros hacen salir fuego del suelo y convierten al balón en lava que sale de un volcán, el "Volcán Pozo".



MOTIVOS PARA VISITAR FUENTENUEVA ( y II )

FRANCISCO CHIROSA

Manuel tiene cinco años. Ha visitado, casi por casualidad, el pabellón de Fuentenueva. No sabe cómo se llama el deporte que están haciendo esos hombres tan grandes. Se sienta junto a su padre, en la grada tras la portería que defienden los azules.

Manuel tiene miedo al principio, a pesar de la red protectora, pues teme que algún balón le alcance. Pero pronto se da cuenta que el guardián de la portería es mago. Porque se apoya sucesivamente en los postes y el larguero al ritmo que le marca la circulación del balón del rival. Porque él se acerca al balón como un imán, aunque parta desde el suelo.

Manuel acude el lunes al colegio. Convence a sus amigos para jugar a ese deporte que ha visto, seguro de emular a Paco Chirosa. Pero algo falla. El balón entra en la portería, solo para algunos balones, aunque son suficientes para soñar él que también es mago.

Y el aprendiz de brujo vuelve a visitar Fuentenueva. Paco esta hoy tenso, nervioso, riñe mucho a sus compañeros. Hoy no para tanto como el otro día, pero Manuel ya no tiene miedo a que un balón traspase la red protectora, sabe que Paco lo protege... y en ese momento el balón se cuela por un agujero de la red, a poca velocidad. Manuel se levanta a por el balón a pesar de los comentarios de su padre. El balón está pegajoso. Paco le dice "DÁMELO". Manuel se lo da. Paco coge el balón, y como otras tantas veces, mira a la portería contraria, y cual Chilavert del balonmano, lanza.

Manuel queda hipnotizado por la parábola que termina entrando en la portería. Y cuando sale del estado hipnótico, está en el centro del campo levantado por los jugadores de Universidad de Granada que celebran una victoria sobre la bocina.